07 enero 2018

ESTE DEPORTE ES TAN Y TAN INDIVIDUALISTA...



Es lo que acostumbra a decirse de ciertas disciplinas del atletismo, y de los deportes individuales en general, aquellos en los que no se compite "en equipo".

Sin olvidar nunca que en esto del correr yo estoy por afición, cuando me calzo las zapatillas y salgo a disputar alguna cursa no puedo mirar sólo por mí, por mi crono, por mi tiempo, por mi cursa... Se trata de correr, de disfrutar con y por los demás. De igual modo que "las liebres" de las cursas no miran por ellas, ya sean oficiales o de un tu a tu con un solo corredor. Las liebres son corredores (muy buenos corredores) que -en un derroche de generosidad- "sacrifican" su cursa de ese día, el poder competir y luchar por mejorar su propia marca, para ayudar a otros corredores a conseguir sus objetivos (los Corredors.cat son un buen ejemplo de ello, no el único, por supuesto).
En un deporte tachado tantas veces como de individualista, hoy he podido volver a sentirme, no ya una liebre (no estoy al nivel) sinó compañero, 
Cursa Solidaria de Reis en Cornellà
Frío, algo de viento... y lluvia.
Habíamos quedado para vernos y desearnos feliz año (ella fue baja en Nassos por "galipandria") con Montserrat, una de mis compañeras de Egoísmo Positivo con la que en pocas cursas coincido si no es que hay una silla de por medio.
He decidido que saldríamos juntos; y, ya en el cajón, me dice que no se ha recuperado de la lesión, que sigue con el pie "jodidillo". Decido acompañarla para ver "cómo tira". Pero a los pocos metros me dice el clásico: "ve, ve tu, que yo voy haciendo, ve...". 
Y yo, poco a poco, me he ido alejando, alejando.
Como siempre, mucho ambiente en los metros iniciales de la cursa, muchos amigos voluntarios en las cunetas, en los cruces, dando ánimos.
El sol es mi enemigo; la lluvia mi aliada, mi cómplice. Y aunque había que tener cuidado hoy en la primera parte de la cursa con las rayas pintadas sobre el pavimento, me he plantado en el kilómetro 4 a un ritmo medio de 4:40/4:45, que no estaba nada mal para mí. Y apuntaba a una muy buena marca final.
Pero antes de esto, cuando estaba llegando ya al kilómetro 4, he "visualizado" el último kilómetro, ese kilómetro casi todo en subida, y me he imaginado a Montserrat, con el pie "tocado" haciendo, sola, ese laaaaargo y empinado último kilómetro. Se le iba a hacer eterno, duro (porque Montserrat no es de las de "ponerse a andar")Así que me he dicho:
-¡ Ve a por ella... !
...y al llegar al final de la subida por la Rambla he dado media vuelta y he regresado a por ella. La he estado esperando al inicio de la Rambla casi cuatro minutos, intentando no pensar en que quizá lo había dejado, en que había abandonado y que yo estuviera ahí, inutilmente esperándola... Pero no, al fin la he visto llegar, saliendo del giro antes de encarar la Rambla; y su cara no presagiaba nada bueno. Estaba muy tocada, le dolía mucho el pie.
He empezado a correr a su lado, a su ritmo; y después de la rotonda hemos empezado la subida, a su ritmo... pero le dolía, le seguía doliendo mucho el pie. A ratos hemos casi andado, a ratos hemos trotado, vuelta a correr... Ese empinado último kilómetro hasta meta lo hemos hecho en 8:13.
Pero después de la tempestad viene la calma. Y en las cursas, por lo general, después de las subidas llegan las bajadas. Y en esta cursa es así: larga recta de bajada, giro a la derecha y... arco de llegada en Plaza Catalunya, que juntos hemos cruzado.
Felicitar a mis compañeros de equipo Tribanda por los tiempazos de hoy, con las inclemencias climatológicas incluídas (no se dónde se han metido hoy, pero no hemos coincidido en los momentos iniciales a la salida, como se aprecia en la foto).


Felicitar a mis amigos de Corresolidaris por la magnífica organización, y por la agilidad de reacción ante las lluvias de esta mañana.
Y felicitar también, y mucho, a mi amigo Gabriel Miquel, primero hoy en su categoría de "menos jóvenes, pero aquí estamos: sígueme si puedes" 



La "naranjito" no es tota "naranjito"...