Sí; por primera vez desde su creación, EGOÍSMO POSITIVO “se ha echado al
monte”, ha debutado en una cursa de montaña. Con matices.
Y no podíamos haber elegido mejor escenario para hacerlo que la fantástica CINC CIMS de Corbera.
Decir que, desde el primer momento, nos hemos sentido verdaderamente mimados
por la organización. Y ha seguido siendo así hasta muchos minutos después de
acabada una cursa muy, muy especial para toda la tropa de EGOÍSMO POSITIVO; así, como “aperitivo”, nos han proporcionado un día radiante de sol, una
mañana fría, pero muy soleada… contradiciendo las predicciones meteorológicas
que anunciaban lluvia -y no poca- para hoy; sí ha llovido esta pasada noche, lo
que nos ha proporcionado la oportunidad de tener que sortear siete u ocho
grandes charcos de agua y barro en mitad del camino.
Nos han diseñado un precioso circuito de 14 km dentro del mismo circuito
de la CINC CIMS; y han sido 14 km que nos han deparado de todo: subidas, subiditas,
subiiiiidas, bajadas, bajaditas, bajaaaaadas, llanos, falsos llanos, caminos,
pistas, senderos, “corriols” (en más de uno hemos tenido que ponernos “en fila de a uno” porque, literalmente, éstos eran los que cabíamos por donde teníamos que pasar: uno).
Ha sido verdaderamente emocionante hoy el ver cómo mis compañeros “tiraban del
carro” ante las adversidades del camino. Yo, que me caigo solo, he desestimado desde el primer momento el llevar en algún tramo (ni que fuera plano) la silla de Raquel a la que a última hora he quedado adscrito:
demasiado riesgo para Raquel. A cambio, he ido toda la cursa como un saltimbanqui, de aquí para allá, para atrás
y para adelante del grupo, y así poder plasmar para ellos, para todos, lo que es
el discurrir por pistas de montaña con una silla de ruedas, por muy adaptada
que esté.
¿El premio…? Las caras de felicidad, de alegría, los gritos, las
expresiones de júbilo de Raquel, el pequeño Donovan y el cachondo de Dani...
ellos, como siempre, eran y han sido los protagonistas de este “bautizo de
tierra egoísta”.
La entrada a meta (....en subíííída!) ha sido de lo más emocionante, con casi todo un pueblo volcado en "su" cursa, vitoreando, aplaudiendo a rabiar. "Gallina de piel". Y, como siempre, los minutos posteriores a cruzar meta han vuelto a ser de lo más emotivos (hoy más que nunca si cabe), fundiéndonos todos en abrazos, besos, lágrimas, felicitaciones...
Egoísmo en estado puro!
Poco más que decir.
Pasen y vean… la mayoría son vídeos muy cortos de distintos momentos de la cursa (por esto hay tantos)